En estos días de Semana de Turismo fuimos con los compañeros de Colectivo Cerámico a terminar lo comenzado en el Encuentro del pasado mes de setiembre. Teníamos cuatro murales para instalar, incluso uno de ellos para hornear previamente, así que se hizo de todo un poco, a pesar de la lluvia que entorpeció un poco. Yo les cuento mi experiencia, y los invito a conocer más sobre el trabajo del Colectivo a través de su blog:
http://colectivoceramicauruguay.blogspot.com/
Para el Encuentro había realizado una propuesta que consistía en la realización de baldositas de barro de 10 x 10 cm, tarea que concretamos con los participantes en el primer día del taller. Al otro día trasladamos el taller a la plaza principal de San Gregorio, e invitamos a los vecinos a pintar. Teníamos engobes preparados para ofrecerles, y les mostramos cómo hacer reservas con papel de diario. La gente se copó pintando y se terminaron las 144 baldosas disponibles........Había niños, padres, abuelos, ceramistas y vecinos curiosos. Fue una experiencia muy linda pero en ese momento no podíamos ver el resultado final: había que esperar a que se secaran y luego hornearlas, lo cual era imposible en el térmmino del Encuentro.
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Pintando en la plaza, a todo vapor |
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Con algunos participantes, al término de la pintada |
Por eso nos volvimos a reunir ahora, con todo el material horneado (gracias a la generosa colaboración del Taller de Artes Plásticas de Durazno) y dispuestos a emplazarlo en el lugar que ya se había determinado. Se trata de una casita que está en la propia plaza, donde los trabajadores del Municipio guardan herramientas y que también sirve de refugio para el sereno.
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Así estaba antes de nuestra intervención..... |
Por otro lado estaba la propuesta que había llevado a cabo la ceramista Peggy Dickinson, de Argentina, que consistía en un árbol cuyas hojas eran las manos de todos nosotros. Para ello había tomado la impresión en arcilla de montones de participantes del Encuentro, las cuales fueron horneadas a leña por nuestros amigos de San Gregorio: Benito y el Turco, en su Taller Labrando el Hum.
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Peggy se reencuentra con las manos horneadas |
Así que cuando ahora nos reencontramos con Peggy dijimos ¿por qué no hacer de nuestras dos propuestas una sola? Y así fuimos trabajando sobre la propia pared de la casita construyendo algo que no habíamos imaginado.
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Don Rodríguez y el Peruano, empleados municipales, colocan baldosas y manos |
Tuvimos muchos colaboradores: los amigos municipales, que se esforzaron por complacernos a pesar del feriado y la lluvia. Y ayudantes de lujo: Benito, Carlos Barrientos y Virginia.....Gracias a todos los que ayudaron también cebando mate o dándonos una opinión!
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Trabajamos bajo un toldo por la lluvia que seguía amenazando |
Y al final salió el sol, se pudo retirar el toldo, y vimos la obra terminada!